Algunas personas escuchan el término "trastorno
bipolar" y piensan que significa cambios repentinos
de humor. Tienen razón en parte.
Es cierto que las personas con trastorno bipolar
atraviesan períodos de alta energía y también
períodos de fatiga y depresión. Pero estos no son
simples cambios de humor ordinarios. Los altibajos
del trastorno bipolar tienden a durar días o
semanas.
Si tienes trastorno bipolar, es importante tener una
visión clara de lo que es la enfermedad y cómo te
afecta. Aprende a separar los hechos de la ficción
en una enfermedad que a menudo está envuelta en
mitos.
Si bien los medios de comunicación están haciendo
un mejor trabajo hoy en día al retratar el trastorno
bipolar, como se muestra en programas como
"Euforia", "Homeland" y "Modern Love", todavía
existen muchas ideas equivocadas cuando se trata
de comprender este trastorno del estado de ánimo,
especialmente en países como México donde aún
se utiliza como un estereotipo mal informado.
Todos experimentamos altibajos a lo largo de un
año determinado, pero para las personas con
trastorno bipolar, estos picos y valles son mucho
más severos, desde los altibajos de la manía hasta
los bajos de la depresión. A diferencia de los
cambios de humor típicos que pasan rápidamente,
el trastorno bipolar presenta ciclos o episodios que
duran desde semanas hasta meses.
Dado que el trastorno bipolar a menudo empeora
sin tratamiento, es esencial aprender cómo se ven
los síntomas para reducir el estigma y animar a las
personas a buscar ayuda.
Mito: El trastorno bipolar es raro.
Hecho: El trastorno bipolar es más común de lo que
podrías pensar: el 2,8% de los adultos en Estados
Unidos experimentaron trastorno bipolar en el último
año.
Los investigadores aún no han descubierto una
causa única del trastorno bipolar. Actualmente,
creen que varios factores pueden aumentar el
riesgo de desarrollar trastorno bipolar o actuar como
desencadenante del primer episodio:
Tener un familiar de primer grado (un padre o
hermano) con trastorno bipolar.
Períodos de alto estrés, como la muerte de un ser
querido, abuso emocional en la infancia u otro
evento traumático.
La investigación ha identificado diferencias sutiles
en los niveles promedio o la activación de algunas
señales químicas en el cerebro.
Comorbilidades médicas como el síndrome del
intestino irritable y el asma, que pueden indicar una
fisiopatología inflamatoria compartida de los
trastornos.
Abuso de alcohol/drogas.
Mito: Solo existe un tipo de trastorno bipolar.
Hecho: Según el Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM-5), existen siete
tipos de trastorno bipolar:
Bipolar I: presenta al menos un episodio maníaco.
Bipolar II: presenta al menos un episodio
hipomaníaco.
Trastorno ciclotímico: presenta síntomas
hipomaníacos y depresivos en ciclos rápidos.
Trastorno bipolar inducido por
sustancias/medicamentos.
Trastorno bipolar y relacionado debido a otra
condición médica.
Otro trastorno bipolar y relacionado especificado.
Trastorno bipolar y relacionado no especificado.
Mito: Las personas con trastorno bipolar solo
son temperamentales.
Hecho: Los altibajos extremos del trastorno bipolar
son muy diferentes a los cambios de humor o la
volubilidad. Las personas con trastorno bipolar
experimentan cambios severos en la energía, la
actividad y el sueño.
Si bien las personas con trastorno bipolar
experimentan altibajos extremos, estos son muy
diferentes de las fluctuaciones de humor que todos
experimentamos. Despertar feliz, cansarse e
irritarse a mediodía y tener una buena tarde que te
hace sentir feliz nuevamente no significa que tengas
trastorno
Mito: Los altibajos ocurren en ciclos regulares
Hecho: El trastorno bipolar, que solía llamarse
depresión maníaco-depresiva, es mucho más
desordenado e impredecible.
Algunas personas tienen síntomas de manía y
depresión al mismo tiempo. Por ejemplo, pueden
sentirse tristes y sin esperanza, pero también
energizados.
Además, estos síntomas no ocurren en ningún tipo
de patrón regular. Para algunas personas, los
síntomas solo aparecen una o dos veces al año.
Mito: Puedes Realizarte una Prueba para
Diagnosticarlo
Hecho: No hay una sola prueba que demuestre con
certeza que tienes trastorno bipolar. Para
determinar si lo tienes, tu médico puede preguntarte
sobre tus síntomas y antecedentes médicos, y
realizar un examen físico. Es posible que realicen
algunas pruebas de laboratorio para descartar otras
afecciones que pueden causar síntomas similares.
Antes de realizar un diagnóstico, tu médico puede
verificar si tus síntomas se ajustan al mismo patrón
que los enumerados en un manual especial utilizado
por los psiquiatras llamado "DSM-5" (Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales).
Mito Relacionado: No Hay Forma de Tratar el
Trastorno Bipolar
Hecho: La verdad es que tienes más de una forma
de controlar esta enfermedad. Los medicamentos
pueden funcionar muy bien. Tu médico puede
sugerirte medicamentos como:
Estabilizadores del estado de ánimo
Antidepresivos
Medicamentos antimaniacos
Como coadyuvantes (y únicamente como
coadyuvantes, pues requiere tratamiento
farmacológico)
La psicoterapia también puede ayudarte a controlar
tus síntomas, puede ayudar a:
Evitar desencadenantes
Encontrar apoyo cuando lo necesites
Identificar cuándo tus síntomas pueden empeorar
Mito: Los Niños no Pueden Tenerlo
Hecho: El trastorno bipolar es altamente genético,
lo que significa que desde el nacimiento, la persona
tiene la predisposición de la enfermedad. Es una
enfermedad que progresa, de forma física. Cuando
uno se da cuenta de que tiene trastorno bipolar es
hasta que la enfermedad ya progresó tanto que los
síntomas se empiezan a percibir en las conductas.
Es difícil reconocerlo en niños, y es importante notar
los prodromos que pueden llevar al primer episodio
desencadenante de la enfermedad, puede
presentarse desde la niñez y la adolescencia.
Si tu hijo tiene trastorno bipolar, puede manifestarse
junto con otras afecciones de salud mental como el
TDAH, lo que puede dificultar el diagnóstico.
Si tu hijo o adolescente tiene trastorno bipolar, es
probable que el médico lo trate de manera similar al
tratamiento en adultos. Es posible que reciba
medicamentos y terapia psicológica.
Mito: Los Genes no Juegan un Papel en el
Trastorno Bipolar
Hecho: El trastorno puede tener un componente
hereditario. Las investigaciones demuestran que las
personas con ciertos genes pueden tener más
probabilidades de desarrollar la enfermedad que
otras. Sin embargo, los genes no explican
completamente el trastorno bipolar. Muchas
personas que lo padecen no tienen antecedentes
familiares de la enfermedad.
Mito: Si Tienes Trastorno Bipolar, no Tendrás
Otros Problemas de Salud Mental
Hecho: Muchas personas con trastorno bipolar
también tienen otras afecciones de salud mental al
mismo tiempo. Algunas de las más comunes son:
Ansiedad
TDAH
Abuso de alcohol o drogas
Trastornos de la alimentación
Mito: El Alcohol y las Drogas no Juegan un
Papel
Estas sustancias no causan el trastorno bipolar,
pero pueden empeorar los síntomas. También
pueden hacer que los síntomas regresen. Además,
si tienes adicción al alcohol, puede dificultar el
tratamiento del trastorno bipolar.
Mito: El Estrés no es un Factor
Hecho: Los eventos estresantes pueden
desencadenar episodios o síntomas bipolares. Para
reducir la tensión, puedes probar métodos de
relajación como yoga, meditación o ejercicios de
respiración profunda.
Mito: “Bipolar significa voluble, es otra palabra
para decir simplemente ‘cambios en el estado de
ánimo’”.
FALSO:
No es así. Los cambios en el estado de ánimo que
se asocian con la enfermedad Bipolar son muy
diferentes a los de las personas que no tienen la
condición. - Matthew Rudorfer, MD, Director
asociado en investigación de tratamiento en la
división de servicios e investigación de
intervenciones en el Instituto Nacional de Salud
Mental en Bethesda (NIMH)
"Los cambios en estado de ánimo de la
enfermedad bipolar son mas severos, duran mas
tiempo (días a meses) y lo mas significativo:
interfieren con importantes aspectos del
funcionamiento de la persona, como la capacidad
de concentración, de trabajo, del estudio y de las
sencillas tareas rutinarias de su vida del hogar.”